Propósito: Aprender a usar una parte de tu atención
para mantener el cuerpo relajado, y demostrar la eficacia que tiene el relajar el cuerpo
para aquietar la mente y las emociones. Ejercicio:
Cierra los ojos. Enfoca tu atención en los pies. Ahora, suelta toda la tensión de
los pies. Mueve la atención hacia arriba y suelta cualquier tensión que pueda estar
atrapada en las piernas. Ahora sube la atención más arriba, a las caderas, dirigiéndola
del mismo modo para que suelten toda la tensión. Siente cómo la gravedad se apodera del
cuerpo y presiona hacia abajo. Ahora vuelve la atención hacia los pies, para ver si algo
de tensión ha vuelto a escondidas. De ser así, relaja los pies de nuevo. No des
por hecho que una vez que hayas liberado la tensión, ya estás relajado. Ahora trae la
atención al abdomen, soltando la tensión que mantienes guardada allí. Dirige la
atención a la parte baja de la espalda y la cintura, y suelta toda la tensión que tengas
allí. Trae la atención al pecho y a la espalda superior, dejando salir la tensión.
Lleva la atención al cuello y a los hombros, dejando salir cualquier tensión. Ahora,
cada vez que expires, pasa la atención por el cuerpo desde los pies hacia arriba,
instantáneamente dejando salir cualquier tensión que descubras. Continúa haciéndolo
hasta que estés satisfecho con la relajación del cuerpo. Abre los ojos al terminar el
ejercicio. |