Nos sentaremos por una hora entera, tan solo tratando de ver el
televisor como una simple caja de vidrio con el objeto de rechazar el condicionamiento
adquirido desde la niñez que nos ha hecho creer que esta es un televisor el cual provee
entretenimiento, diversión, e información importante.
Trataremos de estar sentados por una hora sin permitir ser atrapados por el drama, el
conflicto, ni por las distracciones con las que somos tan estratégicamente bombardeados.
"Es tan solo una caja", nos repetiremos a nosotros mismos. "No es más que
una simple caja vieja, es todo. No hay nada significativo que esté pasando, tan solo
algunos cambios de luz y sonido, pero no debo olvidar que no es más que una caja".
Por supuesto, para tener éxito en esto debemos mantener el foco de la atención en el
hecho de que esto es tan solo una caja durante la hora entera, sin romper dicho foco.
Las distracciones vendrán. ¿Dónde está el factor de distracción en el ejercicio de
la caja de vidrio? ¿Acaso está en el televisor, en la película o comerciales, o donde?
El proceso es el mismo: la mente continuamente quiere asociarse con lo que está pasando
en el televisor.