Nadie más va a
entrenar nuestra atención por nosotros, porque eso no se puede hacer. Nosotros somos los
únicos que podemos. Y si nosotros logramos entrenar nuestra atención, podríamos
entonces hacer cualquier cosa. Literalmente podríamos mover montañas. Si nosotros
pudiéramos enfocar nuestra atención, podríamos nosotros hacer cualquier cosa que
hayamos escuchado que alguien más haya hecho. Es nuestra atención la que nos da el
poder.
Una vez que somos capaces de mover montañas, es imperativo que no hagamos eso. No
debemos de comportarnos como niños con un nuevo juguete. Ni tampoco debemos usar nuestra
atención como arma, tiene otro uso el cual tiene que ver con nuestra presencia, el
despertar de la máquina y la transformación del ser esencial. La atención es nuestra
única herramienta. Nuestra voluntad de atención no esta muy bien desarrollada pero es
una voluntad verdadera, y es la única voluntad que tenemos.
Esta pregunta de la voluntad verdadera se relaciona con el ser esencial--la verdadera
voluntad del ser esencial. En algunas tradiciones, esta es llamada El Santo Ángel
Guardián. Algunas veces se le llama el Yo Superior, o la Voluntad de Dios. Pero todo esto
en realidad se refiere a la voluntad del ser esencial, no importa que palabras enfloradas
usemos para describirlo.
El ser esencial tiene solamente dos propiedades reales, características propias: La
voluntad de presencia y la voluntad de atención. Puede estar aquí y mirar algo, pero
puede mirar mas que de una manera visual ordinaria.
Robert Heinlein se invento la palabra "grok" que significa mirar a través de
algo, para ocupar sus moléculas, y entender completamente algo porque estamos viéndolo
con empatía, para convertirnos en la cosa que estamos viendo, porque lo estamos viendo
bien profundamente.
Toma una cuchara, o cualquier otro objeto. Míralo. Cada forma tiene una forma
correspondiente universal el cual es llamado "arquetipo." Cada objeto tiene su
propio arquetipo. El universo tiene que haber existido en esa forma al menos por un
momento para que esa forma pueda existir. Hay maneras de conectarse con esa forma.
Nosotros podemos ver el universo de una forma rápida alterando su forma en un infinito
desfile de formas. ¿Y porqué es infinito? No hay tiempo. El universo no esta yendo a
ningún lado. Una vez que el universo toma forma, existe ahora y para siempre. No se
destruye, no se aminora, es para siempre, por que no hay tiempo. El universo existe dentro
de la eternidad.
El mundo eterno es el mismo que el mundo relativo excepto que no hay flujo de tiempo,
solo eventos. En el mundo relativo, los eventos son medidos al imponerles la sensación de
tiempo. Técnicamente hablando, el tiempo es medido por movimiento. Todo intento humano de
medir el tiempo ha sido siempre en términos del movimiento o cualquier otra cosa de
actividad de una clase o la otra.
Nosotros deberíamos de ser capaces de mirar cualquier objeto, digamos un vaso; ese es
el universo. Envuelto en sí mismo, fue a través de sí mismo, y se auto explota en la
existencia. Y ahora aquí está el universo entero.
Cuando nuestra atención toma una forma, es solo un vaso y no el universo. Cuando
nuestra atención está en diferente modo, entonces el vaso es de echo el universo. Está
adentro de sí mismo y parece más pequeño que sus entrañas. ¿Cómo puede un zapato ser
dos veces más pequeño de afuera que de la parte de adentro? De eso es todo lo que se
trata. En una manera real, el macrocosmos y el microcosmos son uno. No hay diferencia.
La creación no es un espejo, es la cosa misma. En una forma es como un termómetro de
la atención. Es un mecanismo de retro-alimentación el cual no envuelve la biología.
En un modo de la atención cuando la atención está bien débil, es donde hay muchas
distracciones, y la atención esta dispersada, este es solo un vaso y nada más. Cuando la
atención esta completamente dirigida sobre ella, entonces se percibirá como el universo
mismo, como si apareciera dentro de sí misma.
Este es un mecanismo, una técnica, no un ejercicio en cosmología. Cuando este es solo
un vaso, a nuestra atención no le esta yendo muy bien. Cuando es el universo, entonces
nuestra atención esta completamente dirigida. En ese punto y solo en ese punto somos
capaces de identificarnos completamente con el vaso. Nos convertimos en el vaso mirándose
a así mismo, en una forma somos el vaso observándose a sí mismo. El objeto viéndose a
sí mismo.
Si alguna vez viéramos a Dios, y si alguna vez debería pasar, debemos de acordarnos
siempre que no hay nada mas que Dios, que Dios es la única cosa que hay. No hay nada
más. No hay un Dios y luego un No-Dios.
¿Entonces quién está mirando a Dios? Sabemos que Dios no está mirando a Dios, no
puede ser. Si nosotros miramos ese vaso como el universo, por un rato suficientemente
largo, eventualmente estaremos mirando a Dios y no al vaso, y tenemos que entender eso.
¿Pero desde que punto de vista? ¿Desde que punto de vista estamos viendo a Dios?
Nosotros llegaremos a la conclusión de que lo que estamos viendo es lo
que somos, no importa como nos sentimos, no importa qué es lo que pensamos de nosotros
mismos en ese momento, nosotros no podemos ser otra cosa si no lo que estamos viendo.
Miraremos que la imagen de nosotros mismos en ese momento le es conveniente asumir ese
punto de vista, pero en realidad estamos mirando lo que somos. No estamos mirando a
ninguna otra cosa que no sea a nosotros mismos.
Entonces si estamos mirando a Dios directamente, nos podemos decir a
nosotros mismos: "Te veo. Yo estoy observando a Dios. Yo sé eso". No hay nada
más que Dios. Esta es la idea original de La illa ha il alla hu, no
hay nada sino Dios.
Entonces, si sucede que estamos mirando a Dios cara a cara, tenemos que
acordarnos que no hay nada más que Dios. Si no somos Dios parados frente a Dios, entonces
seremos demolidos, aniquilados en la presencia de Dios porque no hay nada pero Dios en la
presencia de Dios.
Pero con solo que el vaso sea solo un vaso, estamos seguros. Cuando el
vaso no es más el vaso, entonces nos volvemos vulnerables en esa manera. Manejando lo que
es el trabajo de muchos años.