El Poder de la Atención De una charla dada por E.J. Gold
PARTE 3
Si la atención decae, debe
significar que el ser esencial no está produciendo presencia y atención o que el ser
esencial ha sido distraído, o que algo ha ocurrido y se ha presentado alguna clase de
obstáculo que ha tenido el efecto de interrumpir la atención y presencia. Generalmente
alguna clase de distracción puede ocurrir.
La Auto-Invocación es la llave de la atención. Sin auto-invocación
no puede haber atención. Es responsabilidad del ser esencial incrementar y mantener su
propia atención. El ser esencial siempre tiene la voluntad de atención y de auto
invocación. De manera que si la auto invocación y la atención fallan, simplemente
significa que el ser esencial ha perdido interés.
Esto es todo lo que puede significar, no puede haber ninguna otra
explicación! De modo que deberíamos en este punto, comprometernos a nosotros mismos a
interesarnos en la pregunta: por qué es que el ser esencial pierde interés? La
respuesta a esto es categórica: el ser esencial no pierde interés, nunca!
El impacto de esta afirmación debería tener repercusión. Si
descubrimos -probablemente para nuestro gran desánimo- que parecemos perder interés,
entonces tenemos razón para preocuparnos por lo que está sucediendo con nosotros y que
no podemos controlar. Verdaderamente no sabemos como clasificar ésto. Dónde estamos
cuando ésto está teniendo lugar?
Si tratamos activamente de desarrollar presencia y atención,
inevitablemente notaremos las cosas que nos interrumpen o distraen. Notaremos con gran
ironía como ocurren cosas muy sutiles, cosas que nos impresionan y que llaman la
atención hacia ellas por su peculiaridad y el momento preciso en que ocurren, cosas
que damos por sentadas, cosas sin importancia.
Los incidentes más inofensivos, las cosas insignificantes que aparecen
en nosotros mismos o que aparentemente aparecen a nuestro alrededor y nos arrancan de
nuestros propósitos e intenciones, son aquellas contra las que deberíamos estar más en
guardia, porque ellas esconden un velo oculto; son la cortina de humo arrojada en el aire,
que oscurece nuestra visión.
Las cosas más triviales, las más comunes, y aparentemente más
inofensivas, son aquellas que tenemos que buscar. Las cosas que parecen ser nada. Ellas
indican el espacio donde inconscientemente nos engañamos a nosotros mismos permitiendo,
haciendo legítimos, los problemas de la máquina con el entorno. Estas cosas actualmente
no nos permiten establecer una escala de relaciones con el mundo externo, basada en los
valores del Trabajo. Sin embargo, no nos parecerá nunca que algo equivocado está
sucediendo.
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